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La política es una pandemia.



La política es considerada una ciencia que, a grandes rasgos, busca el bien común en sociedad.

Se la asocia, más que nada, con los estados, sus decisiones de gobierno y la libertad, pero en realidad es mucho más que eso. Actualmente muchas sociedades están impregnadas de política. Las relaciones humanas se volvieron políticas. Y en apariencia, es por el bien de todos.

Es prácticamente imposible vivir en sociedad sin convertirse en político. Es el atributo en común de todo aquel que nació en una sociedad fundada sobre los pilares de la moral y las “buenas costumbres” y sobretodo, una sociedad cuya piedra angular la conforman la ignorancia y el miedo.

Es la nueva religión con la que nadie se quiere meter, porque eso significa atentar contra la "libertad" y la institucionalidad. Pueden tildarle a uno de bárbaro, déspota, anarquista, y tantas otras cosas, de opinar en contra de una pseudociencia tan floreciente mundialmente.

Trocar moral por entendimiento.

La guía básica de toda sociedad sigue siendo, en estos días, mayoritariamente el juicio moral.

Y no es casualidad, siendo que, desde una edad muy temprana se adoctrina a la persona con regaños, tonos altos en la voz, ceño fruncido, ademanes con las manos, gritos y hasta golpes. Que indican que se está haciendo algo, no digamos mal, sino algo discordante con la idea de bien del o de los adultos encargados de la “educación”.

Con este tipo de instrucción-alienación, difícilmente se llegue a entender de qué se trata el buen vivir y la felicidad, porque la mente moral tiende a juzgarlo todo y de esa manera siente que controla, debido a que le aterra lo que está más allá de la lógica preestablecida.

Y la moral es muy tramposa por su carácter de subjetiva. El recurso de la moral sólo es válido en la falta de entendimiento y en la dejadez que evita usar el discernimiento en el momento presente en que la vida y sus circunstancias ocurren.

Mi bondad te condena.


El adoctrinamiento moral de las personas con fines sociales ha conseguido imponerse con gran éxito.

No hubo persona que haya escapado a los clásicos lineamientos del deber ser buenos. Porque el "ser buenos" es bueno naturalmente.

¿Por qué "ser bueno" es bueno?.
No sabría responder cuál es el beneficio de "ser bueno" en un sentido moral, pero si podría decir que hay una cierta tendencia a pensar que es una ventaja a nivel social.

El ser bueno moral o social significa que no se está procediendo de manera espontánea o natural, según el sentir, sino que interviene el razonamiento lógico que evalúa por bien o por mal según diferentes variables configuradas en la mente por: educación,  alienación, adoctrinamiento, cultura, etc.

En este proceso la mente suele hacer una estadística propia de cuántas veces se fue bueno en comparación con otros y luego de obtener los resultados, los que suelen ser algo tendenciosos, se resuelve hacer uso de ese cúmulo de bondades en contra de aquellos a los que se considera no tan bondadosos.


Sol y desnudez, liberan, sanan y fortalecen.


Si hay víctimas del prejuicio, la desinformación y la moral retorcida, éstos son el sol y la desnudez y con ellos, gran parte de la humanidad que fue privada de disfrutar de ambos.
El sol, fuente de vida, dador de energía, calor y vitaminas, fue demonizado a tal punto que las personas huyen de él “protegiéndose” con cremas que no sólo han demostrado no proteger en lo absoluto sino que en su mayoría causan más daño que las exposiciones al sol demasiado prolongadas en horas pico.

Privar al cuerpo de este maravilloso astro puede causarle inconvenientes en los huesos, piel, ojos y algunos órganos.

Cuando se pretende educar a las personas para que eviten riesgos debe hacerse desde una posición equilibrada de modo de transmitir conocimiento con prudencia y no infundir miedo el cual no puede generar nada bueno.

Haber vinculado al sol al cáncer de piel sin brindar información certera fue una insensatez, que lo único que hizo fue crear temor, cuando en realidad las verdaderas causantes de cáncer son la imprudencia, la ignorancia y la negligencia humanas. El sol está ahí, de qué manera nos “relacionemos” con él es nuestra responsabilidad.