El amor no vulnera, invencibiliza.



Se ha hecho del amor un drama, ¿y para qué?.

Es algo reticente la idea tan errada como popular de que las personas sufren por amor. Eso no puede ser posible, de hecho, es imposible. 

Corazones rotos que se cierran para no volver a ¿amar?. Suicidas que mueren por ¿amor?.

El amor dista mucho del sufrir. ¿Cómo puede alguien que ama, sufrir?.

Algunos muchos dogmas disfrazan a sus santos mártires de amor como una muestra a la humanidad de lo que le espera al que ama. Se puede ver el fin de Jesús, aún sigue exhibido con orgullo en muchos templos clavado y sangrando en una cruz. Murió, no sin antes padecer, por el amor a la humanidad. Un amor ciertamente tentador para cualquiera. Para cualquiera con algún desorden mental.

Mientras se siga creyendo en la idea de que el amor trae sufrimiento a la vida de la persona, pero que vale la pena porque le hace humano y bla, bla., el mundo será una pesadilla para quien quiera convivir con esa idea.

Hablar de amor incondicional es una redundancia, porque el amor en sí mismo no es condicional nunca y si lo es, naturalmente, no es amor.

Y es justamente ese pseudoamor el que hace sufrir. Pero es simplemente porque no se está amando.