Mi bondad te condena.


El adoctrinamiento moral de las personas con fines sociales ha conseguido imponerse con gran éxito.

No hubo persona que haya escapado a los clásicos lineamientos del deber ser buenos. Porque el "ser buenos" es bueno naturalmente.

¿Por qué "ser bueno" es bueno?.
No sabría responder cuál es el beneficio de "ser bueno" en un sentido moral, pero si podría decir que hay una cierta tendencia a pensar que es una ventaja a nivel social.

El ser bueno moral o social significa que no se está procediendo de manera espontánea o natural, según el sentir, sino que interviene el razonamiento lógico que evalúa por bien o por mal según diferentes variables configuradas en la mente por: educación,  alienación, adoctrinamiento, cultura, etc.

En este proceso la mente suele hacer una estadística propia de cuántas veces se fue bueno en comparación con otros y luego de obtener los resultados, los que suelen ser algo tendenciosos, se resuelve hacer uso de ese cúmulo de bondades en contra de aquellos a los que se considera no tan bondadosos.


Desbaratar a la víctima (interior).









Haber aceptado la idea de que somos débiles y vulnerables le dio forma a una impronta muy arraigada en la mente que se manifiesta y posee influenciando el sentir de forma nociva.

Esa aparente adicción a sentirnos víctimas de las circunstancias y/o personas, nos vuelve la vida pesada y poco llevadera.

En un estado alterado de la mente, donde ésta no puede “ver” con claridad, es cuando emergen sentimientos nocivos que se confunden con placenteros. Como es el caso del victimismo o el morbo. 

Una persona que dice padecer las noticias al darse cuenta de los horrores que ocurren y a la vez reconoce que se siente atraída por este tipo de “espectáculos”, evidentemente tiene un problema y es que su mente asoció el placer a esta práctica.

Lo mismo ocurre con las personas que se ponen a sí mismas en posición de víctima. Lo que están haciendo con ésto es satisfaciendo su necesidad de experimentar el “placer” que le da sentir a otro culpable.