Es más fácil temer al cáncer que hacer algo al respecto.


El cáncer evidencia el fenómeno común y habitual del temor a lo desconocido. Es cuestión de preguntarse, ¿Qué ocurre con el temor cuando aflora el conocimiento?,  o lo que es lo mismo, ¿qué ocurre con la oscuridad cuando se  enciende la luz?.

Esta enfermedad se ha convertido en un miedo compartido por aquellos que temen enfermar, y en una experiencia compartida por muchos que ya pasaron por ella.

Nunca hubo tanto acuerdo a nivel mundial como con el consentimiento de  la idea de temer al cáncer.

¿Por qué ocurre esto?, ¿promoción quizás?.

Los medios de comunicación y una variada gama de instituciones, científicas y no científicas, se han abocado a la tarea de promocionar esta enfermedad desde el temor, cuando paradójicamente se sabe que es el miedo el que alimenta grandemente a la enfermedad.
Sin pretender entrar en especulaciones sin sentido o teorías conspirativas ni nada parecido, resulta inevitable no mencionar lo que evidentemente significa esta enfermedad para las estructuras del sistema actual.

Tras esta enfermedad específicamente, hay un montaje económico importante, sobretodo en lo que son las tres alternativas por excelencia: radiación, quimioterapia y cirugía, y por qué no mencionar  las supuestas vacunas anti-cáncer, promocionadas, paradójicamente, a costa de reconocer el fracaso de sus tratamientos, o sea, citando las muertes, supuestamente, causadas por la enfermedad misma. Así es como, inducen o pretenden hacer creer que las personas mueren por la enfermedad y no por el tratamiento. 

Estas alternativas son consideradas un fracaso en sus resultados, por el simple hecho de que no sólo no curan sino que tienen la “bondad” de prolongar la “vida” del paciente a costa de padecer tratamientos infrahumanos que ni a un preso de guerra le harían pasar, porque hay tratados que resguardan muchas veces a estos de padecimientos como el que le hacen pasar a un enfermo de cáncer.

Descontando los miles o cientos de miles de casos a los que le acortan la vida que le quedaba, porque el paciente estaba débil y no soportó el tratamiento de drogas (al menos esa es la excusa, también por excelencia).

Por supuesto, que nos estamos refiriendo a métodos de la medicina comercial, un término que resulta válido para definir el sistema reinante y con algún poder de imponerse.

Por una suerte de evolución de consciencia o de coraje humano, están saliendo a la luz diferentes tratamientos que no sólo muestran que esta enfermedad no es una condena a muerte o al sufrimiento lento hasta la muerte, sino que a la vez resultan benignos, y de seguro, más económicos.

No ignoramos la presión por la que tiene que pasar la persona enferma de cáncer y su entorno, quienes sólo pueden ver las opciones que la medicina oficial-comercial, sino que es este hecho el que motiva este artículo para plantear las posibles alternativas que no sólo curan distintos tipos de cáncer sino que también le restan poder al fantasma de la industria del cáncer que todo lo impregna.

Pero, más allá de todo lo dicho, es preciso recordar que hay una responsabilidad muy grande de la persona enferma y/o de su entorno.

Un artilugio frecuente para ambos, "enfermo" y "medicina" comercial, es crear la idea de que la persona está siendo víctima de una enfermedad despiadada e injusta, de esta manera, el oncólogo se vuelve una especie de sacerdote moderno, un salvador que comienza a tener un papel preponderante y heroico frente al enfermo, a la vez, el enfermo tiene la necesidad de sentirse entendido, reconfortado y sin ningún tipo de responsabilidad de su situación.

No se trata de desparramar culpas y condenas a unos y a otros, sino de poner sobre la mesa aspectos que no suelen exponerse, sobretodo, porque no quieren ser escuchados.

Primeramente, las personas no solo están informadas sino que tienen una idea de lo dañino que son la mayoría de los alimentos comerciales, como ser bebidas alcohólicas o endulzadas (gaseosas de marcas famosas(*) así como las más desconocidas), conservantes, endulzantes artificiales, colorantes, azúcar y sal de mesa, etc.

También re-conocen que la contaminación ambiental es perjudicial, como ser, el uso de vehículos a combustión, dispositivos inalámbricos, pinturas sintéticas, agroquímicos, productos comerciales de limpieza o de belleza, medicamentos, generación de basura, etc.

Y aunque menos conscientemente, saben de la nocividad de los pensamientos y sentimientos bajos y/o denigrantes. Ver Intenciones sanas, vida sana.

Pero parece que resulta más fácil sucumbir ante lo cotidiano, práctico, frecuente, típico, cómodo, popular, el qué dirán, rico, vistoso, rentable, Etc.

Existe un sin fin de excusas para hacer aquello que enferma. Simplemente, porque no responsabiliza. Ya que cuando las enfermedades aparecen, ocurre el olvido espontáneo y la caída en el papel de víctima.

Y así no vamos a ningún lado, la persona que decide volverse una víctima, pierde toda posibilidad de curación.

En la actualidad hay miles de personas en el mundo que aseguran haberse curado con variados métodos, de los cuales mencionaremos algunos, sean comprobados científicamente o no, pero sí son todos mejores alternativas a la de la quimioterapia y la radiación, que si se quiere, alguien con algún sentido, preferiría hasta la muerte antes que un padecimiento como ese.

No hay duda que la muerte digna es mejor alternativa a los tratamientos convencionales ofrecidos por la "medicina" comercial. Por la simple razón de que de algo debemos morir, que al menos no sea padeciendo y a la vez, niega toda posibilidad de que este "monstruo" se siga alimentando a costa del sufrimiento.

Es preciso liberar del dramatismo a la enfermedad, y sin negar su complejidad, en lo que refiere a su causa y cura, conocer que no es necesariamente mortal, si la persona reconoce su responsabilidad y con la ayuda de métodos existentes podrá restablecer su estado de salud.

La sanación definitiva ocurrire en la mente que mueve todos los engranajes del cuerpo. Ésta es la que lo enferma y/o lo cura con los mismos métodos.

Y si decide alimentarse sanamente, hágalo con el espíritu de salud y no con el miedo a enfermar.
Y si piensa que tener buenos sentimientos le ayuda a estar sano, cultive esos sentimientos en su interior, sinceramente y no moralmente.
Y si le preocupa la contaminación, ponga manos a la obra y haga algo al respecto, no con odio hacia quienes no muestran ni interés ni consciencia, sin juicios y sin miedo, sino con amor a esa madre que nos parió y sostiene a todos, la tierra.
Y si hace ejercicio, que sea para divertirse y no para padecer o con un motivo frívolo como el de forjar un cuerpo aceptable por el modelo social de moda.

Haga su mejor trabajo para usted y colaborará con el mundo.

Salud.

Anecdótico:
(*) alguna vez le dije a una madre que no le diera Coca-cola a sus hijos, por el daño que les causa, me respondió, “ya sé que la coca-cola es veneno pero a mis nenes les gusta”.
...
Hace un tiempo leí la Biografía de Marie Curie, escrita por Eve Curie, hija de Marie, titulada: La vida heroica de Marie Curie, en uno de sus párrafos se mencionaba el hecho de que uno de los que financió al laboratorio de Marie (reconocida ésta por no haber aceptado patentar su descubrimiento, el radio) fue el Barón Rothschild (apellido famoso, más que nada por el trasfondo que encierra cada cosa con la que se lo vincula, digamos que el desinterés no se asocia a esta familia). Literalmente dice:
Y también ha tenido que recurrir a las subvenciones del Gobierno y a las donaciones particulares. El barón Henri de Rothschild y los hermanos Lazard han sido los principales bienhechores...

Y esto dice cuando menciona la causa de la muerte de Marie:

Ante su cadáver, la ciencia todavía debe manifestarse. Los síntomas normales, los exámenes de sangre, diferentes de los de las anemias perniciosas conocidas, denuncian el verdadero culpable: el radio.

"La señora Curie puede contarse entre las víctimas de los cuerpos radiactivos que su marido y ella descubrieron", escribirá el profesor Regaud.

Es decir, lo mismo que hoy día usa la medicina comercial para tratar el cáncer es lo que mató a Marie Curie, algo demasiado contradictorio.
La Radiación Crea Células Cancerosas 30 veces más Potentes que las Normales

Artículos informativos Dr.Mercola:

Tratamientos alternativos no avalados por la ciencia comercial.

Tratamiento con antineoplastones.



Tratamiento con MMS.

MMS siglas cuyo significado original era Master Mineral Solution, luego reemplazadas por el de Miracle Mineral Solution, como una forma estratégica para lograr encaminar esta solución mineral dentro del área de la salud sin las trabas de la conocida FDA,  la cual por el momento, puede considerarse un brazo de la industria farmacéutica (ver Documental Burzynsky más arriba). Y sin extendernos demasiado sobre la historia y motivos del nombre y formas de estructuras a través de las cuales se distribuye, sólo se dirá que hace muchos años este mineral ha logrado colarse en la sociedad logrando resultados sorprendentes curando diferentes enfermedades y sin efectos secundarios ni daños graves atribuibles.
Jim Humble el ingeniero que habría descubierto los efectos de este mineral de manera bastante casual,  publicó de forma gratuita los libros con la historia de como ocurrió este descubrimiento así como también la fórmula para preparar el MMS (solución de clorito de sodio en agua destilada).
Es de reconocer, el hecho de haber preponderado el bien común y la humanidad a las ganancias personales y aunque natural, poco frecuente.
Dejamos aquí una selección de links para obtener alguna información sobre este mineral y formas de uso:
Tratamiento con protocolos nutricionales individualizados.
Tratamiento a través de inteligencia emocional.




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